Redimidos del Pecado y de la Muerte
Como creyentes vivimos la realidad de nuestra redención por la obra de Jesucristo en la Cruz. Esta redención es el tesoro más grande en nuestras vidas. Debemos siempre volvernos a Jehová con corazón limpio para hallar misericordia por su gran amor.
1 Pedro 2:21-25 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.