Cristo En Nosotros
Con la venida de Jesús, la promesa de que en la simiente de Abraham todas las familias de la tierra serían bendecidas, se cumplen. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, una nueva naturaleza empieza a producir frutos de justicia para la gloria de Dios.
Is.55:1,2 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.